Mudanza y emociones

Equilibrar la mudanza y las emociones de todos los miembros del hogar puede significar el mayor de los desafíos.

Mudarse de hogar es una experiencia que va más allá del simple traslado de pertenencias; implica una carga emocional significativa que puede generar estrés y sentimientos de duelo. Según el artículo “Una mudanza es más que un sinfín de cajas: duelo, carga emotiva y mucho estrés” de Clarín, las mudanzas no solo representan un desafío logístico, sino también un proceso emocional complejo que afecta a todos los miembros de la familia.

Dejar atrás el hogar 

La ansiedad, angustia o temor, son sentimientos habituales al momento de despedirse de tu hogar. Este representa momentos, situaciones, personas y aprendizajes que se desarrollaron a lo largo de meses o años. 

Estrategias para manejar el estrés durante la mudanza

Para mitigar el impacto emocional de una mudanza, se recomiendan las siguientes acciones:

1. Planificación: El organizar una mudanza con anticipación beneficiará a que las emociones tengan tiempo de procesarse y asimilarse. Cada momento tendrá su espacio y podrás postergar el embalaje si te sentís abrumado/a por la situación.

2. Participación de la familia o amigos: Sin lugar a dudas, las tareas difíciles son mas livianas cuando se comparten. Si te estás mudando, podría ser adecuado pedir ayuda a miembros de tu familia y/o amigos para realizar las distintas tareas. Si sos de aquellos que prefieren hacerlas solo, tus seres queridos pueden acompañarte con una agradable conversación.

3. Apoyo profesional: Si la situación de mudarte o el cambio inminente te representa un estrés poco manejable, podés apoyarte en profesionales de la salud quienes te brindarán herramientas para sobrellevar este evento. Asimismo, las empresas de fletes como Whitys pueden brindarte sus servicios de cadetería y embalaje para que no tengas que preocuparte por estas tediosas tareas.